
“Esto es solo una vez en la vida ¿Verdad?”. Son las palabras que se le escuchan al presidente chavista Nicolás Maduro, tras degustar un asado de la mano del chef turco Nusret Gökce, mejor conocido como ‘Salt Bae’.
Y es que comer carne es un lujo que es solo posible para un venezolano, si se es el presidente de la nación. La grave crisis económica y humanitaria que atraviesa el país, la más catastrófica de su historia, imposibilita la adquisición de productos cárnicos, esenciales para una buena nutrición, por lo que la población se han visto obligada a modificar su dieta a base de leguminosas, tubérculos, huevos y algunos lácteos.
Además de los elevados precios, las carnicerías vacías forman parte del panorama diario de los venezolanos; las recientes medidas económicas dictadas por el mismo Maduro han puesto en jaque a la industria, luego de fijar la regulación de precios de venta -los cuales no alcanzan ni para cubrir la producción- en las neveras no hay carne de ningún tipo.
Maduro que ha subido varios kilos desde que asumió el mandato hace 6 años, luciendo un evidente sobrepeso, se encontraba acompañado de la ‘Primera Combatiente’ Cilia Flores, mientras observaban como el afamado chef realizaba sus características maniobras con el cuchillo de filetear.
Tras disfrutar el banquete y un habano, Maduro salió del restaurante junto a todo su círculo de seguridad, agradeciendo a Salt Bae y extendiéndole una invitación para que lo visite en Caracas.
Luego de recibir una remera cortesía del chef, y sellar la tertulia con un fuerte apretón de manos y un abrazo, Maduro dijo: “Nos vemos en Caracas pronto”.