
En 1918 terminó la 1ra. Guerra Mundial, y al igual que muchos alemanes, Henry Ford culpaba a los judíos por las consecuencias de la crisis global. En su caso, por gobernar la Bolsa de Valores.
Henry Ford se veía a sí mismo como el estadounidense tradicional: WASP (White, Anglo-Saxon and Protestant - Blanco, Anglosajón y Protestante). Desde joven tenía una actitud de moderada tolerancia hacia los negros, los toleraba e inclusive les daba empleo en sus fábricas, pero no toleraba ni a los judíos ni a los sindicalistas (reprimió duramente los conflictos, para lo cual contrató los servicios de la agencia de detectives Pinkerton para investigar a quienes creía comunistas).
De 1910 a 1918, Ford fué volviéndose cada vez más anti-inmigrante, más anti-sindicalista, más anti-alcohol, y más anti-judío.
Algunos historiadores sostienen que la animadversión de Henry Ford hacia los judíos tuvo sus orígenes en su lectura escolar de una serie de libros muy populares en aquél entonces titulados “McGuffey Readers”, elaborados por un fundamentalista cristiano ultraconservador, el reverendo William Holmes McGuffey (profesor de “filosofía moral” en la Universidad de Virginia de 1845 a 1873).
Historias de Emprendedores - Henry Ford
Los textos contienen referencias denigrantes hacia las minorías étnicas y religiosas, incluyendo a los judíos, a quienes McGuffey les endilgó la definición de codiciosos e inmorales.
En 1919, Henry Ford compró un periódico, el Dearborn Independent, y contrató a William J. Cameron, un conocido periodista, para que escribiera una columna que firmaba Ford, quien creía en una supuesta conspiración mundial judía para apoderarse del planeta, culpando a “poderosos financieros judíos" por haber fomentado la 1ra. Guerra Mundial para enriquecerse con las ventas a todas las partes en conflicto.
Esta afirmación fue luego incorporada por los nacionalsocialistas a su ideario.
Ford sospechaba que comerciantes judíos con franquicias para la venta de automóviles estaban conspirando para perjudicar las ventas de Ford Motor Company. Y usó su Dearborn Independent, para confrontar/denunciar en forma reiterada.
El editor del Dearborn Independent, Charles Pipp, terminó renunciando, en mayo de 1920, harto del antisemitismo permanente y creciente de Ford, quien designó editor a William J. Cameron, quien empezó a publicar una serie de artículos bajo el título“El Judío Internacional: El Mayor Problema del Mundo”.
Ford y su influyente secretario personal, Ernest Liebold, contrataron a investigadores de inteligencia militar ya jubilados para reunir información sobre la conspiración judía global.
Los artículos publicados bajo el título “El Judío Internacional” fueron compilados en un libro.
En tanto, los detectives contratados hicieron una lista de todos los judíos-estadounidenses exitosos e iniciaron una campaña para adjudicar esos éxitos a la obediencia ciega al “plan judío para la conquista planetaria”.
Las'fake news' no fueron inventadas en el siglo 21. Ford ya las utilizaba, y con gran éxito.
Los investigadores contratados por Henry Ford“descubrieron” que el entonces Presidente Woodrow Wilson recibía“órdenes secretas” del ministro de Justicia, Louis Brandeis, y que un “miembro judío de la Reserva Federal” había frenado los planes de Ford para la compra de minas de nitrato del gobierno federal.
Henry Ford Sobre Los Protocolos de Los Sabios de Sión
El Judio Internacional Henry Ford
En el Dearborn Independent fue contratada Louise A. Chandor, luego Leslie Fry, y más tarde Paquita Louise de Shishmareff, autora del libro anti-judío sensacionalista "Waters Flowing Eastward" (Aguas Fluyendo hacia el Este), donde incorporó una copia de “Los Protocolos de los Sabios de Sión”.
Este texto fue producido a mediados de la década de 1890 por orden de Piotr Rachkovski, jefe en París (Francia) de la delegación de la Ojrana, la policía secreta zarista, y fueron publicados por primera vez en San Petersburgo en 1902, aunque alcanzaron una distribución masiva a partir de 1917 con la finalidad de culpar a los judíos de los males de la guerra y de la revolución contra el zar Nicolás II.
La mayor parte del contenido fue plagiado del libro "Dialogue aux enfers entre Machiavel et Montesquieu" (‘Diálogo en los infiernos entre Maquiavelo y Montesquieu’), escrito por el autor satírico francés Maurice Joly en 1864.
Joly atacaba las ambiciones políticas de Napoleón III utilizando a Maquiavelo como un doble de sí mismo para dar su opinión acerca de Napoleón. Joly mismo parece haber copiado material de una popular novela de Eugène Sue, "Los Misterios de las Personas", en la que los conspiradores fueron jesuitas.
Los judíos no aparecen en ninguno de los 2 trabajos. Puesto que era ilegal criticar a la monarquía, Joly imprimió el folleto en Bélgica y luego trató de pasarlo de contrabando a Francia. La policía confiscó un gran número de ejemplares. Joly fue juzgado el 2504/1865 y condenado a 15 meses de prisión. Joly se suicidó en 1878.
Pero en Alemania el texto provocó interés: antes de la llegada de Adolf Hitler al poder ya habían aparecido 33 ediciones alemanas.
En 1921, Henry Ford le otorgó una gran difusión en USA a “Los Protocolos de los Sabios de Sión”, pero un redactor del diario The Times, de Londres, Philip Graves, quien se encontraba en Estambul (Turquía), encontró por casualidad a un misterioso ruso que encubrió su identidad con el nombre de«Mr. X», quien le entregó una copia gastada del libro de Joly.
Entre el 16/08/1921 y el 18/08/1921, The Times publicó una serie de artículos acerca el plagio.
Sin embargo, por entonces “El Judío Internacional” ya era traducido al alemán por el feroz antisemita Theodor Fritsch (autor de “Handbuch der Judenfrage” o Manual de la Cuestión Judía, 1896).
En 1922, la traducción del libro de Ford había alcanzado 22 ediciones en Alemania.
No fue una casualidad que Hitler no sólo leyera "El Judío Internacional" sino que en su "Mein Kampf" incorporó conceptos y contenidos de Ford.
Poderoso, Ford hizo donaciones al partido nacionalsocialista alemán, que Hitler comenzó a liderar el 29/07/1921, para llegar al poder en 1933. Hitler le concedió a Ford, en 1938, la Gran Cruz del Águila, la mayor distinción que concedía la Alemania nazi a los extranjeros.
En tanto, Ford había crecido hasta organizar una corporación multinacional. Su negocio era muy voluminoso. Desde 1911 tenía plantas de producción en el Reino Unido y Canadá, en 1912 junto a la familia Agnelli (FIAT), comenzó a producir en Italia. Más tarde inauguró plantas en Alemania, Australia, Francia e India, y Ford fue invitado por Josef Stalin a construir en Gorki, Polonia.
La salud de Ford comenzó a declinar en los años '30, aunque pudo pagar una atención sanitaria privilegiada que le permitió llegar hasta el 04/04/1947, cuando una hemorragia cerebral se lo llevó, a los 83 años.