
Los conflictos territoriales y limítrofes son parte de la historia de todos los países del mundo. En el sur de Sudamérica, en épocas de conquistas y expansión era difícil delimitar un territorio, y los acuerdos que se firmaban luego se rompían por "diferentes interpretaciones".
La Argentina tuvo diferentes conflictos limítrofes:
> con la República del Oriental por los límites del Río de la Plata y del Uruguay,
> con Brasil en el norte por el Río Iguazú y la provincia de Misiones,
> con Paraguay por el Río Paraná, el Pilcomayo y el Verde, además de las islas Apipe y Yaciretá, y
> con Bolivia por el territorio de Tarija y la Puna de Atacama.
Sin embargo los mayores conflictos fueron con Chile pese a que ambos países estuvieron tan cercanos en la guerra contra la monarquía española. Chile y la Argentina comparten más de 7.000 kilómetro de la Cordillera de los Andes, lo que sería simple de delimitar, si no existieran islas y territorios divididos de la Patagonia.
Aquí surge una pregunta: ¿la Patagonia Atlántico o es Pacífico?
Hoy se cumplen 33 años del Tratado de Paz y Amistad de 1984, que alejó lo que parecía una guerra segura, y demandó de la mediación del Papa católico, en ese entonces Juan Pablo II.
En 1978 el conflicto por la disputa limítrofe de 3 islas australes ubicadas en el canal Beagle había llevado a ambos países a alistarse para la guerra.
Conflicto del canal de Beagle (Parte 1 de 8)
Ambos países eran regidos por dictaduras militares que violaban los derechos civiles, e incluso habían logrado acuerdos para operaciones internacionales de represión en el marco de la Operación Cóndor. Pero existían diferencias en sus estrategias y en sus enfoques geopolíticos.
En Chile gobernó desde 1973 hasta 1989 una junta militar en la que se impuso Augusto Pinochet como Presidente sin oposición ni dentro ni fuera de la sociedad uniformada, aunque su influencia militar estaba algo debilitada luego de su enfrentamiento con el comandante de la Fuerza Aérea, el general Gustavo Leigh, y la renuncia de 18 de los 21 generales de su institución.
Del otro lado, el llamado Proceso de Reorganización Nacional había tomado el poder. Pero se podían distinguir 3 corrientes políticas: los blandos: J. Videla, R. Viola, R. Bignone. Los duros: José. A. Vaquero, Luciano. B. Menéndez, Leopoldo Galtieri, R. Camps, C. G. Suaréz M., I. Saint Jean. Y los populistas: el marino Emilio Eduardo Massera.
El diferendo se llamó 'el conflicto del Beagle', y estuvo a pocas horas de transformarse en lo que hoy estaríamos recordando como la guerra entre Chile y Argentina, junto con la muerte de miles de inocentes.
Conflicto del Beagle - Chile Argentina 1978
Ambos países andinos habían firmado en 1856 el Tratado de Paz, Amistad, Comercio y Navegación, que buscó fijar los límites entre ambas naciones. Sin embargo el tratado fue insuficiente, ya que durante la colonia vastos territorios no eran conocidos o nunca habían sido poblados, lo cual hacía imposible determinar quien era el administrador de tales regiones durante la colonia, además de que aún no se conocían todos los registros administrativos coloniales.
Tras muchos intentos, negociaciones y propuestas, en 1881 se firmó un nuevo Tratado de Límites entre Chile y Argentina que sigue siendo válido hasta el día de hoy. El tratado del '81 fue complementado por el Protocolo de Límites de 1893, el cual abarcaba temas que el anterior no, como por ejemplo el principio oceánico: "Chile en el Pacífico y Argentina en el Atlántico".
Finalmente, en 1902 se firmó el Tratado General de Arbitraje entre Chile y Argentina, creado como consecuencia de la repetición incesante de conflictos y controversias, y establecía que ante cualquier conflicto, si ambas partes no podían solucionarlo mediante negociaciones directas, debían someterse a un juicio arbitral que determinaría un fallo definitivo.
La zona del canal Beagle fue descubierto en la década de 1830, siendo una de las últimas en ser colonizadas por Argentina y Chile. Su clima frío, su lejanía y la escasez de medios de vida y transporte, la volvían poco atractiva al que hacer gubernamental, únicamente se volvía tentativa por el negocio pesquero.
El Tratado de 1881 había otorgado a Chile las islas Picton, Nueva y Lennox, al sur del canal, y hasta 1888, la cartografía tanto chilena, como argentina y de otros países, señalaban a dichas islas bajo soberanía chilena. Es más, los mismos mapas argentinos hasta 1893 otorgaban al país vecino todas las islas que se encontraban por debajo de la Isla Grande de Tierra del Fuego.
¿Qué Hubiera Pasado En Una Guerra Entre Argentina y Chile?
El conflicto llegó algunos años más tarde, cuando fueron encontrados yacimientos de oro en las islas ubicadas al oeste de la gran isla de Navarino, a partir de ese momento, los mapas argentinos comenzaron a ilustrar dichas islas como parte del territorio nacional, sin embargo ambas partes sabían que no era así.
El 28/06/1915 se firmó un protocolo en Buenos Aires para solicitar los servicios del gobierno británico en base al Tratado General de Arbitraje de 1902, pero el arbitraje no se llevó a cabo. En ese protocolo se disponía que el árbitro debía decidir a quién pertenecía la soberanía sobre las islas Picton, Nueva, Lennox y los islotes adyacentes e islas situadas en el canal de Beagle, entre Tierra del Fuego al norte y la península Dumas y la isla Navarino al sur.
En 1948 Chile propuso someter a una sentencia de un tribunal las islas Picton y Nueva, negándose a poner en juego y arriesgar su dominio sobre la Lennox, orferta que la Argentina rechazó, y en 1953 Chile creó la base naval Puerto Williams sobre el canal Beagle en la isla Navarino, aumentando su presencia en el área en disputa.
El 02/02/1959, el entonces presidente argentino Arturo Frondizi aterrizó en el Aeropuerto Los Cerrillos y firmó junto a su homólogo chileno Jorge Alessandri una declaración conocida como Declaración de Los Cerrillos en la que ambos mandatarios se comprometían a "entrar de inmediato en negociaciones encaminadas a encontrar las fórmulas arbitrales adecuadas, que permitan resolver los diferendos existentes".
Sin embargo, aquel "de inmediato" se estiró hasta los años '70, cuando Chile y Argentina aceptaron dejar el conflicto en manos del arbitraje del gobierno del Reino Unido con la condición de que fuera un tribunal arbitral compuesto por 5 peritos internacionales, nombrados por Chile y la Argentina, quienes plantearon una propuesta al gobierno británico, el que finalmente aprobaría o rechazaría dicha propuesta de arbitraje, sin modificarla.
El laudo arbitral sobre la disputa de soberanía fue dado a conocer el 02/05/1977 por la reina Isabel II en nombre del gobierno del Reino Unido: las islas Picton, Nueva y Lennox, así como los islotes adyacentes pertenecerían a Chile, y la isla Gable y las islas Becasses fueron otorgadas a la Argentina.
Chile aceptó la sentencia, y la convirtió en ley chilena promulgando los decretos de Líneas de Bases y nombró alcaldes de mar.
La Argentina rechazó el fallo.
El miedo argentino ''Chile hubiera ganado la guerra en 1978''
A medida que se movilizaban los Ejércitos y se planificaban operaciones y ataques, Videla y Pinochet seguían intercambiando correspondencia en tono amistoso, como si nada pasara. A mediados de diciembre, los desplazamientos de tropas eran ya de público conocimiento.
El día del enfrentamiento sería el 22/12/1978, y en la noche del 21/12/1978 las unidades de primera línea estaban instaladas en la frontera, rezando por su supervivencia y que el conflicto terminara pronto. En la zona central del conflicto, el clima no permitía operaciones de envergadura, los ataques aéreos y marítimos estaban total y rotundamente descartados, por lo que las acciones militares se postergaron.
Apenas 1 día más hizo falta para evitar la guerra: el Papa dió un paso adelante. Ante la inminencia del combate, en la mañana del 22/12/1978 llegó a Ciudad de Buenos Aires y a Santiago de Chile el ofrecimiento papal de mediación y casi al anochecer lo aceptó la Junta Militar argentina.
El 23/12/1978 se anunció de manera oficial que Juan Pablo II, con apenas 3 meses en su cargo, enviaría al cardenal Antonio Samoré para que se encargara de las negociaciones. El enviado del Vaticano llegó a Ciudad de Buenos Aires el 27/12/1978.
Samoré debía atender varios puntos de un mismo conflicto, además del principal (el peligro de guerra).
El cardenal debió enfrentar que Chile si reconoció el Laudo y lo había convertido en ley declarando el mar entre las islas como aguas interiores chilenas pero Argentina no reconocía el Laudo, y había extendido la disputa a todas las islas al sur del Canal Beagle y al este del meridiano del Cabo de Hornos, además de reivindicar derechos sobre la regulación de la navegación en el Estrecho de Magallanes, una zona mucho mayor que la tratada inicialmente en la solicitud de Laudo Arbitral de 1971.
Tras la firma del Acta de Montevideo, que dejaba en manos del Papa la mediación del conflicto, el Vaticano anunció oficialmente que el Papa Juan Pablo II había aceptado mediar en el diferendo del Beagle, y ambas partes entregaron al mediador sus posiciones. Las dos delegaciones se presentaron ante el Sumo Pontífice en septiembre de 1979.
El 12/12/1980 el Papa le comunicó a las delegaciones su primera propuesta: Chile se quedaría con todas las islas, pero la Argentina obtendría limitados derechos a instalaciones en las islas y recibiría amplios derechos de navegación en la zona.
La zona de aguas interiores chilenas sería muy reducida y debería ceder a la Argentina derechos de explotación económica, investigación científica y de manejo medioambiental. La mayor parte del territorio marítimo sería argentino, y la Argentina debería ceder a Chile los mismos derechos que habría de recibir en el mar de jurisdicción chilena.
El 25/12/1980, Chile aceptó la propuesta, sin embargo la Argentina la rechazó indirectamente cuestionando la propuesta. Las mediaciones se vieron interrumpidas por diferentes conflictos, entre ellos el más importante, la Guerra de Malvinas de 1982 que detuvo todo tipo de negociaciones por entonces.
Los militares argentinos buscaban un enemigo a cualquier precio porque su experiencia en el poder estaba fracasando, en especial en la gestión de la economía.
En 1983, la Argentina recuperó la democracia, algo que en Chile se haría esperar hasta 1990 con la sucesión de Aylwin por Pinochet en el cargo. Raúl Alfonsín tuvo como uno de sus objetivos principales encontrar una solución pacífica al problema del Beagle.
Lamentablemente el peronismo, con Vicente Saadi como emblema se opuso, y perdió la consulta popular.
Finalmente el cardenal Agostino Casaroli presentó el 11/06/1984 lo que sería la última propuesta papal de la mediación, la cual de no ser aceptada significaría para el Papa el final de la mediación. Ambas partes aceptaron la propuesta y el 29/11/1984, se firmó el Tratado de Paz y Amistad, que otorgaba todas las islas por debajo de la Isla Grande de Tierra del Fuego a Chile, ya que el mismo las había habitado y tenían desde el siglo pasado colonos instalados en las mismas.