
San Petersburgo fue fundada por el zar Pedro el Grande el 27/05/1703 para que fuese la "ventana de Rusia hacia el mundo occidental". Durante más de 200 años fue la capital de Rusia.
Fue Vladimir Lenin quien trasladó la capital a Moscú, argumentando que quedaba más a resguardo de un ataque desde Occidente. Y a su muerte, fue el mediocre georgiano Iósif Vissariónovich Dzhugashvili (José Stalin) quien, entre todos los gestos que hizo para legitimarse -ya que él no era el heredero elegido-, convirtió a la bella San Petersburgo en la gris Leningrado.
Adolf Hitler seguía con interés los acontecimientos en la URSS. Si bien él era un aliado de Stalin, Hitler era un anticomunista férreo pese a que Stalin fue de gran ayuda, al desunir a la izquierda alemana y permitir un más rápido ascenso del Partido NacionalSocialista.
En 1928, Hitler firmó el Pacto Briand-Kellogg, que prometió no usar la fuerza como mecanismo para la solución de conflictos internacionales. Lo rubricaron 15 naciones. Por ejemplo, Alemania, Polonia, Reino de Italia, Japón, Reino Unido, Francia y USA.
Pero a mediados de 1939, Hitler tenía la mira puesta en Polonia y más allá... pero el 23/08/1939, el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Viacheslav Mijáilovich Mólotov, firmó con su par alemán, Ulrich Friedrich Wilhelm Joachim von Ribbentrop, el Pacto Germano-Soviético, que contaba de 3 puntos principales:
> la no agresión entre ambos países,
> el intercambio de materias primas soviéticas (hierro, cromo, manganeso y petróleo) por tecnología nazi (aviones, cruceros, artillería, material ferroviario y equipo industrial y farmacéutico), y
> el reparto nazi-soviético de Europa Oriental, sellando el destino de Polonia, Bélgica y los Países Bálticos.
Luego del Tratado, Alemania invadió Polonia y la URSS avanzó sobre Estonia, Letonia y Lituania. También ocupó Besarabia (actual Moldavia), e inició una guerra con Finlandia, a la que arrebató Karelia.
En noviembre de 1940, Hitler le ofreció a Stalin que se quedara con Irán, el Golfo Pérsico e India, pero los rusos reafirmaron su interés por Bulgaria y Finlandia, donde Alemania tenía una gran influencia y una fuerza militar.
A principios de 1941, Hitler controlaba Bélgica, Bohemia y Moravia, Dinamarca, Grecia, Francia, Holanda, Luxemburgo, Noruega, parte de Polonia y Yugoslavia, y tenía influencia concreta sobre Bulgaria, Finlandia, Hungría, Italia, y Rumania.
En ese momento, Stalin seguía respetando el pacto de paz, y controlaba la parte oriental de Polonia, Estonia, Lituania, Letonia y parte de Finlandia.
Pero ni Hitler confiaba en Stalin ni viceversa. Esto explica por qué Stalin creyó que eran verdaderos los falsos documentos entre el mariscal Mijaíl Tujachevski y miembros del OKW (Oberkommando der Wehrmacht, Alto Mando alemán), probablemente una triquiñuela de Reinhard Tristan Eugen Heydrich, la figura más oscura de la élite nazi, luego conocido como "el Carnicero de Praga", y ejecutó la Gran Purga del Ejército Rojo.
Stalin juzgó y condenó a 3 de los 5 mariscales, 13 de los 15 comandantes de ejércitos, 8 de los 9 almirantes, 50 de los 57 generales de los cuerpos de ejército, 154 de los 186 generales de división, todos los comisarios del ejército y 25 de los 28 comisarios de los cuerpos de ejército. El Ejército Rojo tuvo una nueva cúpula de oficiales leales a Stalin pero de capacidad militar dudosa.
Hitler consideró que así se facilitaría la acción que denominó Operación Barbarroja, y en la madrugada del 22/06/1941, rompió su promesa de no abrir 2 frentes de guerra.
Grandes batallas de la historia: Stalingrado
El Grupo de Ejércitos Norte debía tomar Leningrado y esperar a la llegada del grupo del Centro, para avanzar juntos hacia Moscú.
El Alto Mando alemán creyó que Moscú, por ser la capital de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, era más importante que Leningrado, recuerda el historiador Mijaíl Frolov. Pero Hitler consideraba clave a Leningrado para neutralizar la flota del Báltico, y permitir el libre transporte del mineral de hierro desde Suecia hasta los hornos siderúrgicos en Alemania.
Stalin, a quien no le quitaba el sueño la pérdida de recursos humanos, decidió que nadie dejara Leningrado, que la población permaneciera dentro de la ciudad para evitar el impacto negativo sobre los rusos, dificultar el avance alemásn y utilizar la imagen de la resistencia como estímulo popular.
En el avance hacia Leningrado, Hitler recibió la incorporación de Finlandia a sus aliados: la URSS había atacado a los fineses por motivos territoriales pero sufriendo duras derrotas tal como la Batalla de Suomussalmi. Stalin tuvo que conformarse con ocupar algunas porciones del territorio alrededor del lago Ládoga, y los finlandeses querían recuperar los territorios perdidos.
Leningrado, ciudad heroica
El cero
Stalin había sido advertido por su red de espías y hasta por el Reino Unido que el ataque alemán era inminente, pero el prefirió creer que todos ellos se equivocaban, y que Hitler no lo atacaría.
La Operación Barbarroja le provocó a los alemanes 839.355 bajas entre muertos y heridos, mientras que los soviéticos sufrieron 4.473.820 bajas.
¿Cómo puede ser que, sin embargo, los derrotados fueron los alemanes? Los soviéticos no escatimaron utilizar a su gente como'carne de cañón' y mantuvieron la defensa de Moscú y Leningrado, aunque cayeron Kiev, Minsk y Viazma.
El pacto Molotov-Ribentrop terminó con la Operación Barbarroja, que luego devino en la Gran Guerra Patria de los soviéticos.
Fue un trámite para los ejércitos de la Wehrmacht llegar a las afueras de Leningrado.
El 20/08/1941 ya estaban cortando la vía férrea entre Leningrado y Moscú, y casi bloqueando el transporte por el río Neva. El bombardeo de la ciudad comenzó el 01/09/1941. Los fineses avanzaron desde el norte, reconquistando el istmo de Carelia. Sin embargo, detuvieron su avance hacia Leningrado en la antigua frontera de 1939: no querían más que lo que les correspondía.
El general alemán Alfred Jodl le reclamó al general finlandés Carl Gustaf Mannerheim bombardear Leningrado y éste le explicó que sus órdenes se limitaban a recuperar el territorio perdido en la Guerra de Invierno. Un alivio para Stalin.
Cuando la ciudad fue cercada, los soviéticos se dieron cuenta que sólo podrían alimentar 2 meses a los 2.900.000 habitantes.
El 08/09/1941, ante la imposibilidad del Grupo de Ejércitos Norte de ingresar a Leningrado, se decidió sitiarla: Stalin, satisfecho. El cerco estuvo a cargo del temible 6to. Ejército Alemán, al mando de Friederich Paulus.
Stalin puso a cargo de la defensa a Gueorgui Zhúkov, el más destacado mariscal de la 2da. Guerra Mundial.
Él ordenó cavar trincheras, construyeron refugios, reforzaron fortalezas y colocaron alambres de púas. Zhúkov instruyó a ancianos, mujeres y niños, produjeron armamento y tecnología.
Hitler, harto de Leningrado, ordenó destruirla desde el aire.
Zhúkov ordenó que los obreros, encargados de producir y trabajar en la defensa, comenzaron a recibir 600 grs. de pan diarios, los empleados 400 gr.; y los niños y ancianos, 300 grs. La población comenzó a cavar buscando agua.
a fines de 1941 la ración diaria se redujo a 125 grs, tocando a los obreros 250 grs.
Desaparecieron de las calles los perros, gatos, ratas y palomas, consumidos por los desesperados habitantes. Las bajas a causa del frío, hambre, enfermedades y bombardeos llegaron a 1 millón. Y ocurrieron casos de canibalismo/antropofagia.
El bloqueo duró 872 días y terminó con la vida de más de 1,2 millón de personas. El Frente Oriental se extendió por 3 años y 11 meses y finalizó con la captura soviética de Berlín, forzando el suicidio de Hitler y la capitulación alemana.
Recién el 14/01/1944, con un ejército alemán muy debilitado, los generales Kirill Meretskov y Leonid Góvorov se encargaron de barrer el cerco y liberar a Leningrado.
En 1945, Leningrado recibió el título de Ciudad Heroica.
Entrevista con Tatiana Moiséyenko, sobreviviente de Leningrado